viernes, 16 de julio de 2010

Sòlo te digo una cosa:
si estàs ultimas lìneas
fueran gotas,
serìan de orines.
Eduardo Lizalde

Miro con ojos de asesina tu espalda, tu nariz, tus manos y todo el tù, tan vacìo. Tu, en que se va y me modela a lo lejos: Giras, giras, giras, giras, giras, giras.
Giras para hacer que no me ves, creer que no estoy ahi. Para marearte hasta vomitar; vomitarme a mì de tan adentro de tu cabeza. Me doy cuenta de todo porque tengo un ojo en mis manos, con las que te toco, con las que tambièn toco los libros y mis piernas, y todo lo demàs. Lo que es tocable.

Miojodelamanoquetodolovè no se equivoca cuando yo le digo que deje de mirar y lo sigue haciendo. Pero, tanto mirar me cansa y entonces, yo me voy: Girando, girando, girando, girando... hasta que desaparezco.

Y si yo desaparezco, tu tambièn lo haces. Es la ley principal de las relaciones humanas: Desaparecer en caso de emergencias. Esto se aplica desde que saltar por un balcòn o ahogarse en una cubeta, dejò de funcionar como salida de emergencia.

¿còmo una persona puede ser una puerta?

No sè, pero funciona porque tu ombligo se muta a ser una perilla. Una perilla perfecta, que no necesita llaves y sòlo tiene un còdigo de "còmo moverla" para que abra. Yo no he sido puerta porque siempre estoy atascada, como si fuera una llanta en lodo; en un dìa lluvioso.





4 comentarios:

  1. que profundos fueron eso giros y mas giros, que hasta mi mirada vio un tornado de sentimientos trassmutados en palabras... me gusto... saludos hermosa

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  2. Verdadera manera de distinguirse de sus competidores es el servicio que usted proporciona

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