jueves, 2 de julio de 2009

SOLUCIONES HIPATÉTICAS


You'll whimper & you'll cry you'll get yourself sick and sigh
You'll sleep & you'll dream you'll only know what you mean (...)
You'll go home in despair you'll wonder why'd you care
You'll stammer & you'll lie you'll ask everybody why (...)
You'll bawl and you'll deny & announce your eyes are dry
You'll come fast or come on slow just the same you'll never know
When the light appears, boy, when the light appears
A. Ginsberg


Hace tiempo, creía que las casualidades que iban aconteciendome eran piezas de LEGO, con las que formaba algún tipo de construcción: Las cuales armaba y desarmaba. De las que perdía las piezas y después aparecían; cuando esto ocurría me animaba para cambiar la creación que ya estaba incompleta y me parecía horrible.

Hasta que un día, se me perdieron varias piezas y decidí arrumbar la pseudo-construcción que había formado.

Al poco tiempo, la extrañaba. La busqué, noté que realmente le faltaba un cambio y entonces, me senté enfrente suyo durante horas, no sé cuántas, pero el tiempo no me servía para averiguar que cambiarle. Faltaban muchas piezas, más colores, más formas, y por si fuera poco, cualquier "nueva construcción" que se me ocurriera, parecía haber sido formada alguna vez.

Aún así, por más que procuraba recordar cuáles, no podía. Ni siquiera ubicaba la primera o la antepenúltima. Y entre más quería hacerlo, el tiempo se azotaba contra mi espalda. Quería llorar pero mis lágrimas se habían perdido junto con las piezas ¿Qué putas había hecho yo con todas mis figuritas, antes realizadas?

Creí que la solución era comprar más piezas he intentar recrear cada una de las figuras que lograra recordar. Pero, era una solución hipatética, lo único que construiría, era un collage terrible, detallado por la imaginación. Fué entonces, cuando la niña que habita en mi cabeza, comenzó a aventarse contra mi parietal, gritándo ayy lucesita, si estarás pendeja... te ganaste un algodón de azúcar, por pendeja.

La adrenalina hizo temblar mis manos, entrecerrar los ojos y apretar la mandibula. Me paré, patée las pocas piezas unidas que quedaban. Salí a caminar y fumar un cigarro; estaba encabronadísima y lo peor, es que me servía de nada.

Como deseé ser nihilista bien arraigada y necia, para que eso que no me servía de nada, no me importara ni madres. Pero no lo era ni tampoco llegaría a serlo en pocas horas.

Ni el cigarro ni la caminata me tranquilizaban. La niña de mi cabeza, sentada en mi silla turca me decía ayy lucesita, ya qué... No pudiste recordar y ahora, intentar olvidar las cosas, va a hacer que no disfrutes tu algodón de azúcar...


Maldita chamaca, tenía razón. Así que decidí regresar a mi casa: juntar las piezas que había dispersado por mi súper-patada y formar un altar en memoria de cada una de mis construcciones perdidas, con todo y velitas, admirarlo como una cientifífica loca y tomarle fotos.

7 comentarios:

  1. Anónimo2/7/09, 2:09

    Agarra todas las piezas del lego, aprovecha que son de plástico y derrítelas, las vacías en un molde de la figura que mas te guste y espera a que aparezcan mas piezas, las juntas y repites el procedimiento durante lo que resta de tu vida!

    Trata de que los moldes sean chistosos, eso es importante.

    Te quiero flaquis...

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  2. Y vaya que encabrona ver como el extremo que tienes en la cabeza no encaja con lo que tienes en tus manos, pueden ser del mismo color pero diferente forma; misma apariencia pero diferente tamaño, deseas que la sombra de un arbol proyectada en el cesped sea una fuente mágica de sabiduría y tranquilidad pero no queda más que "redecorar" y como bien dices... encontras soluciones.

    Viéndolo desde un punto de vista que chido que no logras ser arraigada, necia y vale madres... aquí la mayoría lo son y ya sabes el resto de la historia

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  3. Ay Lucesita... mientras tengas al menos un par de piezas de tu LEGO podrás hacer algo... aunque no muy innovador, pero algo. Quizá si le agregas piezas de otro juego... ¿podría funcionar, no?

    Bueno... te ganaste el algodón de azúcar, eso que ni qué...

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  4. es lo malo del pinche lego no importa cuantas piezas uses, que armes, como lo armes, ni cuanto te tardes, por q al final termninas con una pieza exctamente igual a la con q empesaste pero mas grande el chiste es disfrutar la armada sin preocuparte el por q como dices:
    "va a hacer que no disfrutes tu algodón de azúcar..."

    te kiero un chingo hermosa y te extraño q tengas buena semana

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  5. no queda otra opción.

    De eso se trata. De construir, de crear, de vivir. Levantar un muro, qué importa con qué piezas; un muro o un puente o un altar.
    Pero hacer algo, dejar algo, para luego tomarle fotos y seguir construyendo y creando.

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  6. me cae bn evelyn =) siempre en los mejores eventos

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