domingo, 25 de octubre de 2009

El hombre de los ojos atormentados;
sabe todos estos secretos.
Jacob Fijman

Por las mañanas los cigarros solían levantarme
y ahora
su olor me provoca naúseas

en algún momento encontré
la solución a problemas que no existían
en otros
pude reconocer defectos que no tenía

¿Dónde está el Dios que necesito para ser humano?

Las lágrimas
que son abejas que no dejan de seguirme
me recuerdan que llegará el momento
en que no pueda distinguir
si todavía estoy viviendo
o si me he convertido en una piedra en mi zapato.


2 comentarios:

  1. donde está el dios necesario para creer que soy más que la simple piedra de mi zapato...

    está donde quiera verlo para quitarme el pequeño y molesto seño que invierte mi carisma a atraocidad de no saber si aún vivo...

    ResponderEliminar
  2. Quizá esté simplemente debajo de la almohada... (te recuerdo que existen, son para algo que llamamos "dormir")

    ResponderEliminar